Tomar colágeno ¿Sí o No? Es posible que, en alguna ocasión, te haya surgido ésta y muchas otras dudas en relación con la efectividad de los suplementos a base de colágeno. Si a esa incertidumbre se le suma su elevado precio, ¡apaga y vámonos!

Como en De Ciencias no queremos que tires el dinero, más ahora que la cosa se ha puesto muy fea con respecto al COVID-19, te voy a explicar cómo la ciencia te resuelve todas las dudas con respecto a este tema ¿me acompañas?

El TIMO del colágeno

Con el paso de los años, nuestra salud articular se resiente, posiblemente provocada por el desgaste del tejido cartilaginoso o cartílago de las articulaciones, y empezamos a notar pequeñas molestias o ligeros dolores en las rodillas, en la cadera, en los hombros, en las muñecas, etc. Pero, ¿tomar colágeno es la solución? ¿cuál es el mejor colágeno para las articulaciones?

Cada vez que comentamos este tipo de problemas con amigos, vecinos o familiares, siempre salta el enterado de turno (con todo el cariño del mundo) que nos recomienda el «típico» suplemento de colágeno que nos ayudará a aliviar ese malestar provocado por el “supuesto” desgaste de nuestras articulaciones.

Sí es cierto que, la mayoría de los dolores articulares suelen estar causados por el deterioro del cartílago o tejido cartilaginoso. Pero, otra cosa muy distinta es que, la mejor solución a ese problema sea consumir colágeno a través de suplementos, por ejemplo, a base de cartílago de tiburón.

Ahora bien y si te dijera que este tipo de suplementos no son tan milagrosos como parecen ¿me creerías? ¿Qué sucede en nuestro cuerpo al tomar colágeno? ¿Nuestro organismo lo envía a donde lo necesitamos, por ejemplo, a la rodilla?

Si crees que sí son efectivos los suplementos de colágeno para las articulaciones, este post es para ti ¿me acompañas?

¿Sirve para algo consumir colágeno?

Siento decepcionarte, pero tomar colágeno no sirve para nada, no alivia el dolor ni tampoco disminuye el desgaste de las articulaciones, menos aún fortifica los huesos y los músculos ni tampoco ayuda a rejuvenecer y regenerar la elasticidad de la piel.

Para que entiendas un poquito mejor lo que te acabo de decir, antes de nada, debes conocer al protagonista de hoy: el colágeno, una proteína que forma parte de las fibras de colágeno que están presentes en numerosos tejidos conjuntivos o conectivos como los huesos, la piel, los tendones, los músculos y, como no, las articulaciones.

¿Qué es el colágeno?

Básicamente, existen distintos tipos de colágeno, pero la unidad química básica de colágeno está compuesta por la unión de tres cadenas polipeptídicas (una cadena de más de 10 aminoácidos) enrolladas entre sí formando una triple hélice. Cada una de esas cadenas de aminoácidos, conocidas en biología como cadena alfa (α), se mantienen unidas gracias a unas fuerzas electrostáticas atractivas (fuerzas por puentes de hidrógeno o enlaces de hidrógeno) que existen entre ellas y que las mantienen empaquetadas.

A este tipo de estructura elemental se la conoce como tropocolágeno, la unidad más básica de la fibra de colágeno y, cada cadena alfa (α), contiene fundamentalmente tres aminoácidos: glicina, prolina y lisina (Aunque pueden estar presentes otros aminoácidos como la hidroxiprolina)

A su vez, dependiendo de dónde esté situado dicho tropocolágeno en el tejido conectivo del cuerpo humano, la triple hélice se puede unir a otras moléculas esenciales de la matriz extracelular para formar estructuras más complejas, conocidas como fibrillas y fibras de colágeno.

La mayor parte del volumen de dicho tejido conectivo se compone de matriz extracelular, repleta de fibras proteicas insolubles como el colágeno, que le confiere mayor flexibilidad y resistencia. Algo que se pierde con los años debido al desgaste de los tejidos cartilaginosos asociados con patologías como la artrosis o la tendinitis e incluso por el déficit de colágeno por problemas degenerativos como los causados por la edad.

En resumen, el colágeno es una proteína fibrosa muy abundante en el tejido conectivo, como puede ser el tendón y el tejido cartilaginoso o cartílago, incluso es el componente principal de los huesos y la piel.

¿Qué eso de la matriz extracelular? Si tienes un poquito de curiosidad, para que entiendas un poco mejor cómo funciona nuestro cuerpo, la matriz extracelular es una red estructural formada por un tipo de moléculas que están situadas alrededor de nuestras células que formar parte de los tejidos conjuntivos o conectivos como, por ejemplo, el tejido óseo, el tejido adiposo, el tejido sanguíneo, el tejido cartilaginoso, etc.

La función fundamental de la matriz extracelular es mantener unidas dichas células de los tejidos protegiéndolas y sujetándolas gracias a:

• Las proteínas fibrosas, como la elastina y el colágeno que le proporcionan al tejido elasticidad y resistente
• Las sustancias esenciales, como por ejemplo proteoglucanos, glucoproteínas multiadhesivas (fibronectinas) y glucosaminoglucanos como el ácido hialurónico o hialoronano, que le aportan al tejido unidad estructural, es decir, permitiendo que no sólo las células estén unidas entre sí sino que puedan fijarse a la matriz extracelular.

Hasta aquí todo perfecto, el colágeno es muy importante en nuestro cuerpo. Pero la pregunta estrella es ¿necesito tomar colágeno para que mi cuerpo regenere el colágeno que está dañado? NO, lo siento por ser muy tajante con la respuesta, pero el que te diga que los suplementos de colágeno sirven para algo no te están contando toda la verdad, además de vaciarte la cartera porque este tipo de suplementos salen una pasta.

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¿Cuál es el mejor colágeno para las articulaciones?

Desde el punto de vista nutricional, incluir alimentos ricos en aminoácidos ayuda a que nuestro cuerpo sintetice el colágeno fundamental para nuestra piel y articulaciones. Por ejemplo, la lisina, uno de los ocho aminoácidos esenciales que necesita nuestro organismo y uno de los tres aminoácidos primordiales para la síntesis de colágeno, se puede obtener a partir de proteína animal como las carnes rojas, pescado, productos lácteos como la leche y el queso, huevos y pollo e incluso frutos secos y legumbres como los garbanzos y las lentejas.

Gracias a una alimentación equilibrada, conseguiremos aportar el único aminoácido de los tres que necesita nuestro cuerpo para sintetizar colágeno. De los otros dos aminoácidos no esenciales, la glicina y la prolina, ya se encargará nuestro cuerpo de fabricarlas a partir de otras moléculas orgánicas presentes en nuestro organismo. Pero ojo, no hay nada garantizado, sigue leyendo para que lo entiendas mejor.

Generalmente, las personas que toman suplementos de colágeno se sienten mejor e incluso notan mejoría. Esa sensación está provocada por el efecto placebo, es decir, una sustancia que carece de acción curativa pero que al tomarla produce un “supuesto” efecto terapéutico irreal. ¿Y por qué?

Este tipo de macromolécula, como el colágeno, es tan grande que cuando la ingerimos a través de alimentos o por medio de suplementos de colágeno, nuestro cuerpo la rompe en unidades más pequeñas, es decir, en nuestro aparato digestivo, existen unas enzimas que se encargan de romper la proteína (el colágeno) en unidades más pequeñas llamadas aminoácidos. Así que, aunque tomes colágeno a través de alimentos o suplementos esto no significa que dichos aminoácidos vayan directamente a las articulaciones, tu cuerpo es el que decide el mejor lugar para dichos aminoácidos y te aseguro, que ahí seguro que llegan muy pocos.

Sé lo que estás pensando ahora mismo, pero no, la respuesta es un rotundo no. No cabe la posibilidad de suministrarnos colágeno a través de la sangre ¿Y por qué? Porque es contraproducente. Si el colágeno entra directamente al torrente sanguíneo se produciría una respuesta inmunitaria indeseable debido a que nuestro organismo no reconoce el colágeno procedente de otros organismos. Así que, borra esa opción de tu mente.

Incluso, aunque parezca evidente, consumir pieles, tendones, huesos del pollo, cerdo o de res, no evita ni ayuda a disminuir el desgaste articulaciones. Asimismo, esas partes de los animales suelen ser productos de desechos, es decir, no las solemos comer e incluso son desagradables al paladar y contienen proteínas de muy mala calidad, aminoácidos que no son esenciales en nuestra dieta. Así que queda descartado comer tendones o pieles pensando que de lo que se come se cría.

Eso sí, recuerda que nuestro cuerpo utilizará los aminoácidos en función de las necesidades que tenga en ese momento. Porque tomes lisina como un loco tu cuerpo no va a sintetizar más colágeno. Nuestro organismo actúa por libre y es posible que use ese aminoácido para sintetizar otras proteínas.

Generalmente nuestro cuerpo utiliza los nutrientes que le aportamos para lo que él necesite en ese momento, de ahí la complejidad del asunto. Además, los excesos se pagan caro, ya que nuestro cuerpo lo que no le sirve lo expulsa o lo transforma en macromoléculas de almacenaje como las grasas.

¿Y entonces? ¿Cómo es posible que se vendan suplementos de colágeno asegurándonos todas esas propiedades beneficiosas?

¿Sirve para algo tomar colágeno junto con el ácido hialurónico, el magnesio, la vitamina C o el sulfato de condroitina?

Lo veremos en breve en el próximo post

¿Sueles tomar colágeno para aliviar el dolor en las articulaciones?

¿Crees que todo lo que te cuento es un cuento chino?

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¡ME QUIERO ENTERAR!

Creación y Redacción del Post: Mónica Blanco

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